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En busca del conocimiento


Muy buenas a todos nuevamente. Perdón por este grandísimo lapso de tiempo sin escribir palabra alguna pero la carrera me tenía totalmente absorbido (o quizás solo se tratase de una mala organización de agenda).

Ya terminado el primer semestre de física (aunque aun queda algún examen que está en duda el aprobado) puedo sacar algunas conclusiones sobre la universidad y la forma de ver el conocimiento actualmente.

La primera de ellas es que si queremos aprender, la universidad no es el sitio más adecuado. Puede resultar chocante, pero a esta idea he llegado después de ver la forma en que se dan las clases y como están enfocados los exámenes.

Un profesor entra, hace un volcado de información y se va. Los alumnos asienten obedeciendo la primera ley de Newton (inercia) y sin haber entendido nada creen que realmente comprenden. Una demostración matemática tras otra. Principios y enunciados, fórmulas, teoremas, atajos para resolver problemas, ejercicios sin aparente sentido, vanidades con forma de preguntas, correcciones...Un cúmulo de palabras que caen en el saco del sinsentido.

No niego que el conocimiento final sea algo mayor que el inicial, pero ¿de qué modo? Nos cruzamos por la facultad con investigadores en la punta de la lanza del conocimiento de la realidad. ¿Se les ve emocionados por lo que tienen entre sus manos? ¿Se les ve observando la belleza del mundo ahora que lo conocen, que lo comprenden un poco más, que pueden ver lo que antes no les permitía la ignorancia? No, ciertamente no. Una persona que en lugar de ir al supermercado a hacer la compra para después preparar un buen cocido, se dirige a su despacho a resolver unos cálculos que le ayudarán a solucionar cierto problema. La emoción del ama de casa al ver como su familia disfruta de la buena comida será similar al físico que ve como sus postulados son coherentes con lo que los experimentos muestran. Todo como si fuera un juego en el que ganar la partida fuera, simplemente, algo valioso, aunque no sepamos explicar exactamente por qué. Cuando el examen resulta ser un tema importante, tal que cuando se habla de éste es el único instante en el que el silencio se hace totalmente puro, es que algo no va bien.

Un examen que, por cierto, importa más bien poco demostrar la comprensión de los conceptos sino más bien ser capaz de resolver un problema matemático, como si fuese la página de los pasatiempos del periódicos.

Aprobar un examen es sencillo, si es eso lo que se quiere. Tan solo hay que resolver crucigramas, sin que importe mucho el contenido de las palabras, y para eso sólo hay que practicar.

Entender la física, apreciar el funcionamiento de la naturaleza y como nos afecta a nuestro yo es un trabajo arduo que el tiempo dedicado a él es proporcional al descenso de la nota del examen.

Pero que la universidad sea un camino equivocado para el verdadero conocimiento no es equivalente a decir que no existe ya camino accesible para entender nuestro mundo. De hecho, si algo me ha enseñado este semestre, es que uno puedo aprender por su propia cuenta, el método autodidacta. La forma es sencilla, hay que mirar los libros recomendados en las bibliografías de las asignaturas que nos interesen y ver cual de ellos es el que tiene una forma de explicar que simpatice con la nuestra de pensar. Hemos de buscar hasta encontrar el mejor libro de la materia y después estudiarlo con detenimiento. Es así como se aprende realmente. Los problemas son importantes, pero no deben constituir el núcleo porque, si bien es cierto que pueden ayudarnos a comprender mejor, también puede ocurrir que nuestro interés se centre en cómo resolver el problema y no por qué se ha de hacer así, grave error para nuestros fines de conocimientos verdaderos.

Otro gran problema es el distanciamiento que se siente entre las diversas disciplinas. He estado en varias facultades (estudiando, visitando sus bibliotecas o simplemente curioseando) y se nota cierta barrera entre las diferentes carreras. La fragmentación del trabajo conduce a un avance más veloz en ciertas épocas, pero también es cierto que tiene como consecuencia la mayor ignorancia de cada una de sus partes, sus estudiantes e investigadores. Deberían hacerse reuniones con todas las disciplinas para poner en común los nuevos descubrimientos, las nuevas sensaciones que la realidad posee y para las que hemos estado ciegos hasta ese momento.

La física y la filosofía son, en mi opinión, dos saberes muy semejantes. Hay cierta relación entre ellos, pero muy escasa. ¿Por qué muchos físicos no tienen en consideración a los filósofos y por qué los filósofos no tienen más relaciones con los físicos, exploradores de la realidad? ¿Qué es entonces amar el saber?

¿Para cuando una carrera que una física, química, biología, filosofía....? Es posible que sea larga, pero, por mí, como si dura toda la vida. ¿Hay algo que realmente sea más digno para el ser humano que el conocimiento en estos campos que son de investigación y, a la vez, de poesía de la vida?

¿Cuando el incentivo de estudiar una carrera dejará de ser de tipo económico o social, que estos queden relegados al uno por ciento y no al ochenta que constituyen ahora?

¿Cuando el conocimiento será algo realmente valorado por cualquier persona? ¿Para cuando una sociedad en la que cualquier transeúnte que nos crucemos pueda explicarnos el proceso químico de la fotosíntesis con máximo deleite?

Nunca, me temo. El orgullo, la vanidad, el instinto de supervivencia nos empujará a traicionar estas palabras que ahora aceptamos. Yo mismo dentro de unos años puedo haberme corrompido lo suficiente como para ver este escrito como un idealismo fruto de la inmadurez.

Al menos, al menos intentemos actuar ahora de la forma que más coherente creamos con nuestras ideas. El tiempo ya se encargará de traicionarnos, pero nunca dejemos que lo haga en nuestra presencia.


Brújulo

PD: Al final he aprobado todo.

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2/25/2006 3:07 p. m.

Bello es tu pensamiento, puro como el de muy poca gente en estos tiempos llenos de superficialidad, y donde ser el mejor competidor es lo que más vale. Estoy de acuerdo contigo en que muchas disciplinas deberían unirse, procedimiento lento y arduo pero que valdría la pena, es soñar o tal pensar un hecho que se puede hacer realidad.
Supongo que ya no me recordarás, soy una chica con la que hablaste hace bastante tiempo vía msn, un saludo desde mallorca de una estudiante de Biología.    



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