Esta tarde, en una de mis salidas habituales, fui al teatro. Por supuesto no al Teatro Nacional, sino a un centro cívico (Drassanes, en el Raval de Barcelona) donde hicieron un espectáculo de marionetas muy bonito y divertido. Pero en esta ocasión no voy a hablar del espectáculo sino de unas personas que conocí.
Resulta que a mi lado se había sentado una pareja de mediana edad y yo les pregunté de cómo se habían enterado de la actuación (y así poder enriquecer mis fuentes de información), de ahí surgió una conversación de más de una hora que me ha marcado profundamente.
Me dieron a entender que antes eran una personas con un buen sueldo, en una buena posición (me comentaron que se movían por el mundo de la publicidad) pero que pasó algo. Debido a algún problema, pasaron de estar en una buena situación económica a que se quedasen casi sin nada. Dejaron el piso donde vivían y les concedieron una paga de muy poco dinero. Alquilaron una habitación para los dos en el Raval (barrio marginal de BCN) y no tenían para mucho más. Así que, con tal de superar esa situación, se refugiaron en la cultura. No tenían dinero, pero conocieron todos los sitios a donde podían ir sin necesidad de él. Empezaron a descubrir sitios y cosas. Y aun viviendo en una situación precaria, fueron capaces de ir cada día al cine, a conciertos, a conferencias, a teatro....Descubrieron una red cultural que se ocultaba al “gran espectáculo” que se nos vende habitualmente. No tenían mucho, pero disfrutaban con lo que tenían y aprovechaban al máximo la mayoría de sus recursos, vivían el momento. No tenían video ni tele, así que iban a la universidad y veían películas en unas cabinas, los dos en una (aunque ahora las han cerrado). Me dijeron gran cantidad de lugares a donde se puede ir, aprender y disfrutar sin hacer gasto económico. Para economizar, la ida la hacían en transporte público y la vuelta andando. El máximo gasto que me comentaron es la compra de unos bonos de 50 entradas para la Filmoteca, que les salía a un 1€ cada una….
Es curiosa la moraleja que podemos obtener de esta historia real. Solo cuando fueron justos (y mucho) de dinero empezaron a sentir interés por la cultura y a disfrutar de la vida (diría yo). Solo cuando empezaron a abandonar el mundo de lo material. Tuve la sensación de que cuando peor les fueron las cosas, más aprendieron y más felices fueron. Y es que yo, la gente más culta y sabia que he conocido no se encontraban en una buena posición económica precisamente. Los más ricos son muchas veces los más pobres. Y es que el dinero no da realmente la felicidad…

Brújulo

Esta tarde me fui a la playa con un objetivo, descubrir el misterio de la vida. Por supuesto no iba a descubrir nada, pero encontraría alguna explicación del mundo que diese sentido a mi vida. Un verdadero pilar en la que pueda apoyarla enteramente.
Después de meditarlo bastante tiempo, pensé en el Big Bang. Un punto en la nada donde se encontraba toda la materia, donde todos nosotros nos encontrábamos, en un solo punto, en el no tiempo (cuando aun no existía el tiempo) y en el no espacio (cuando aun no había sido creado). Y de repente ¡¡Bang!!, toda la materia se dispersa. Empezó a formarse el universo como lo conocemos. Primero los átomos, después las moléculas, las estrellas, los planetas…Empezó todo a desarrollarse en una perfecta armonía. Tras la explosión de una estrella, apareció la nuestra, después la Tierra y después la vida. La vida comenzó como un organismo unicelular a partir de lo que, a priori, nos parece inherte, que sin embargo ya requería una enorme complejidad. A partir de ahí toda una lucha por la supervivencia. Esbozos y más esbozos para llegar a especies definidas. Millones de años de evolución y llegamos al ser pensante. Y aquí nos encontramos, ¿por qué? Tras llegar a lo que podríamos llegar perfección, la cima, la 2ª ley de la termodinámica nos dice que todo conduce al caos (de hecho, así es desde el inicio del universo). Qué papel jugamos?
Siempre pensé que el objetivo del hombre es actuar plenamente como su propia alma, como alma individual. Cuando pensé un poco como funciona un ser, me di cuenta que era un orden adecuado de moléculas que creaban nuestro pensamiento. Por lo tanto, es algo iluso pensar que tenemos alma individual. Debe haber algún principio de todo este orden que en su origen fue… Entonces se me ocurrió. Es correcto desear acercarse al alma, pero el problema es ¿qué alma? Alma solo debe haber una, en este universo, para establecer el orden Nosotros formamos parte de una misma alma, todas las cosas forman parte de una misma, porque, en el origen de todo, sólo éramos uno. La perfección que se mostró en su inicio (un punto) o la posterior (el orden universal: orbitas, planetas, vida, etc.) es otra modo que tiene de presentarse esa misma alma (la nuestra) debido a influencias externas, el caos. Así que la posibilidad que tienen el ser humano es estar en armonía con esa alma, es reencontrarse con esa alma del que siempre formó parte. Las leyes físicas de la gravedad también funcionan con la vida. La fuerza que hace que los individuos se vuelvan a unir, que vuelvan a formar parte de esa alma, es el amor. Dos fragmentos independientes pasan a ser interdependientes. La perfección del inicio es orden, así que nuestro deber es proyectar esa perfección con el orden propio. El deber es pues contemplar y reintegrarse al alma que fuimos, admirándola, amándola, queriéndonos. Con lo que hemos de tener cuidado es con la entropía, la fuerza que nos conduce al caos. El individuo tiene una tendencia a autodestruirse como componente de esa alma. Yo creo que ahora vivimos una época muy entrópica y los medios y otros (comentado en el artículo de la alienación) sólo hacen que potenciarla. Creo que lo razonable sería abandonar las partes que no desean formar parte del alma que fueron (si esto fuese posible), que destruyen la armonía universal que caracterizaba al alma única. Sin quererlo, llego a la conclusión que la muerte no existe. Mi cuerpo siempre será eterno, aunque no del modo que lo conocemos. Porque todo, como universo entero, es un solo alma, un solo ser y mis átomos, mis componentes siempre vivirán en él.

Brújulo

No sé si os habréis fijado, pero en los kioscos cada vez abunda más las revista de tipo autoayuda: Psychologist, Psicología Sana, Vivir Feliz…y demás. Entre los libros más vendidos de casadellibro.com encabezan la lista “La fuerza del optimismo” o “La buena suerte”. Jorge Bucay genera unas colas enormes en cada una de sus conferencias y deja a gente fuera con la esperanza de escuchar alguna de sus palabras “salvadoras”. Como si estos escritores fuesen los Mesías, aquellos que nos saquen de la miseria. En la era de lo sintético, cualquier cosa es solucionable con una palabra, con una cita, con una máxima, con un cuento moralizador, con una pastilla…Se espera el milagro. Te dan consejos de cómo hacer amigos, de cómo ser optimistas, de cómo ser felices….A veces da la impresión que intentan solucionar de un plomazo miles de años de filosofía. Lo admito, yo fui uno de los que engrosé las filas. Yo fui uno de los que leí “Cuentos para pensar” (entre otros), me dejé seducir por las palabras de este tipo de escritores y pensé que ahí se encontraba la solución de todo.
Marx nos lo avisó, el hombre se encuentra alienado, el hombre ya no es hombre. Mucha gente se encuentra a disgusto, desde los más adinerados y posición social llamada envidiable hasta aquellos que se les dice que viven en la miseria. ¿Qué ocurre? Nadie lo sabe completamente, pero se intentan dar soluciones, arreglos a la situación. Desde grupos sociales (punks, hippies, heavies, yuppies, snobs, neonazis, nazionalismos…) hasta soluciones light (autoayuda, psicoanalista…). Cada uno intenta escapar de esta olla a presión como puede: desde el consumo exacerbado hasta la música violenta que da la sensación que nos coge y nos lanza de esta vida. Desde grupos llamados góticos, que solo ven la miseria, hasta los neo-hippies. Todo el mundo intenta salir, ¿Por qué?
El problema, en mi opinión, no es posible solucionarlo con arreglillos, con otras modas que no dejan de ser variaciones de lo mismo. Es un problema de fondo y para ello, a mi pesar, tengo que recurrir a un tópico, la sociedad, el socialismo burgués.
Al campesino que ha vivido toda su vida en el campo es difícil encontrarle leyendo un libro e autoayuda o perteneciendo a un grupo social marcado o diferenciado dentro del resto. No lo necesita, porque el no está alienado. Nosotros, los modernos, los desarrollados, los avanzados somos los más débiles. Desde este punto de vista, el urbano, hemos nacido para trabajar. Hemos nacidos para ser esclavos de la supermáquina. Cuando alguien estudia no piensa en aprender, sino en títulos, en carrera profesional, en sueldo, en posición social…Cuando alguien ha triunfado es porque tiene un buen trabajo, un buen sueldo, un buen piso o casa en un buen barrio, un buen coche y una mujer guapa. Entonces a esa persona se le llama completa. Pero ¿qué ocurre si a esa misma le quitamos todo su triunfo? Le quitamos su trabajo, su dinero, su casa…No nos queda nada, un muñeco de trapo condenado al cuarto mundo. ¿Por qué? Porque en realidad no somos nada, no hemos aprendido nada, no hemos comprendido nada. Los medios de comunicación (en especial la TV), la publicidad, la política actual…Esas verdaderas fuerzas de poder ayudan a que mantengamos esta misma idea. El socialismo burgués desea hacernos creer que la plenitud es el abastecimiento infinito de lo material, el consumo sin límites. No hablan de alma, de aquello que no se compra, sino todo lo contrario. Eso no les reportaría beneficios. El ser humano se da cuenta que algo no va bien y entonces llega a los polos o intenta hacer algún “apaño” para ir “tirando”. De hecho es común esta conversación:
-Hola! ¿Cómo estás?
-Tirando, se hace lo que se puede…
¿Qué vida es esta que esto es el estado de ánimo más habitual? Jamás tendremos el infinito material, porque no existe. Por lo tanto, siempre estaremos insatisfechos, tirando…Ante esto yo no busco la solución en lo comentado anteriormente. Yo no busco ninguna solución sino la destrucción de lo que hasta ahora me ha construido. Me han construido sin mi permiso. Yo me derruí y volví a comenzar, por mi mismo. Me aislé del bucle social. Estudié la publicidad para defenderme, los medios, etc. Busqué otras músicas, otras que llegasen verdaderamente al alma. Donde no haya sospecha de segundas intenciones. No buscaba el elemento aislado del todo, sino la armonía subyacente en todas las cosas, la física de las cosas. Lo verdadero, lo puro…Buscaba el alma de la naturaleza, la que no engaña. Pero es un reto imposible si uno continúa dependiendo del medio social, porque siempre te retiene. Si se intenta cambiar, es él el que te cambiará a ti, porque es más poderoso…Bucaba y busco la autarquía, mi propio gobierno. Entonces fui cuando empecé a comprender las cosas, no surgidas de un cuento sino de la propia vida. No hay optimismo, ni pesimismo, simplemente comprensión y consecuencias. El dolor y el placer son la cara de una misma moneda. Pero hay que entender cual es el verdadero dolor, la verdadera tragedia de las cosas. Cuando se ve esto, paradójicamente, no se sufre con el dolor. El dolor es igual que el placer, dependientes mutuamente. Cuando se llega a esta conclusión, se admira el dolor igual que el placer. Se me suele malinterpretar esto que digo. No me gusta el masoquismo ni nada parecido. Creo que se entiende bien con la novela de Wells, “La máquina del tiempo”. Los Morlocks habían hecho que los humanos viviesen en un placer superfluo, como el ganado en su corral. Cuando no sienten dolor, cuando no sufren no se pueden rebelar, porque no tienen motivos para ello. Del dolor al placer y del placer al dolor, continuo devenir que nos ayuda a mejorar nuestra comprensión y de nosotros mismos y de la naturaleza. Por lo tanto hay que olvidarse de ir a mejor dentro del mundo sintético en el que vivimos, porque es imposible. Hay que salirse de él y entonces empezar a encontrar respuestas allá en lo verdadero. Un lugar donde te encuentras espinas y lagos, pero que es el verdadero dolor y el verdadero placer (no el creado, no el dolor o placer social). Todo en una misma moneda, que contribuye al placer eterno del enfrentamiento con la verdad.
Brújulo

Creo que a veces se confunde amor con sexo, esto es evidente pero no siempre lo vemos tan claro. Veamos las cosas desde sus orígenes: ¿Cuáles son las etapas fundamentales de cualquier ser vivo? Nacimiento-Reproducción-Muerte. Ya está, esto es todo. Fijémonos que los seres nacen y mueren para reproducirse. Es el sexo el fin de la vida. ¿Pero qué sexo? ¿Es sexo el amor?
Observemos los animales. Cuando un macho está en celo corteja a la hembra, comienza hacerse el gallito, a aparentar, a extender sus plumas a mostrarse más de lo que es. El macho ve en la hembra un objeto a conseguir para conseguir su objetivo, la procreación. La hembra ve protección con esas muestras de grandeza y de fuerza, ve refugio en la ley de la selva. Y esto es amor y sexo en la fauna animal. Esto que parece tan elemental, tan rudimentario es lo que veo repetirse una vez tras otras en la mayoría de las parejas que se observan por la calle. Todo comienza con el cortejo, el ligue. Estructura básica: macho dominante que intenta parecer fuerte y violento (para dar seguridad a su hembra y ser objeto de deseo del resto de las hembras). Hembra (estamos hablando de una pareja común de humanos) que marca sus atributos físico para atraer al macho que parezca ser el más fuerte de todos. Ligue, primera parte del sexo. Citas, el macho se muestra protector sin dejar de dar impresión de fuerte. La hembra es posible que empiece a no mostrarse tanto (aunque no tiene por qué, al macho le gusta mostrar una hembra atractiva para elevar su posición social, importante también). Procreación, procreación, etc. El fin principal ha sido conseguido y la pareja, “el amor” decae…
Bueno, esto es una situación típica del humano-animal. De aquellos que se mueven más por instinto…Pero ¿y los que cuidan su alma?. Donde antes se confundían amor y sexo, ahora, en el amor del alma, se producen distinciones claras. Es más, la palabra sexo, reproducción como tal, se podría decir que desaparece, como ya veremos.
En el caso del humano-alma (que es donde yo creo encontrarme), el hombre no busco directamente las carnes de la mujer. Ahora sus objetivos son otros muy distintos. Hemos de imaginar de situarnos en el mito platónico. El hombre y la mujer eran una misma cosa, pero fueron separados porque eran demasiado fuertes. Los hombres y mujeres fueron castigados a su separación. Tras esto, los hombres y las mujeres han vagado durante mucho tiempo buscando a aquella parte con la que fueron uno en sus inicios. Buscan a su “alma gemela”. Pero “alma gemela” no quiere decir persona igual en todo, en gustos, etc. Alma gemela es aquella que compensa, que equilibra el yo de la otra persona. Es aquella que le haga frente, que le encuentre sus puntos débiles para superarlos, que llene esos huecos vacíos, que te hace ver más allá, que te enseña otras posibilidades, es la armonía total. No existe el odio, la discusión…sólo el amor (no puede existir otra cosa para quien formó parte de uno mismo). Es un equilibrio mutuo total que se ve representado en la forma en la que las dos personas se relacionan. De cómo una caricia se funde en la misma piel, de cómo la mirada penetra directamente en nuestro corazón, de cómo su calor aumenta nuestro latido…De este modo no buscamos solo la satisfacción del cuerpo sino la satisfacción del alma. Equilibrio que tiene su máxima representación, su máximo símbolo de la fusión total del alma, de la vuelta al solo ser que fueron en sus inicios en la entrega total del amor, en el hacer el amor.
Pero el error es querer encontrar esta unión lo más rápidamente posible. Eso no vale. Lo que debemos hacer es enriquecernos por nosotros mismo, ser felices por nosotros mismo, aumentar nuestra visión del mundo, amar a todo aquello que nos rodea, valorar las pequeñas cosas…En fin, amar el momento que estamos viviendo. Todo ello, para luego tener algo que compartir. Un pequeño tesoro que habremos ido acumulando para luego disfrutarlo en compañía. Pero sin prisas, sin perder de vista el camino, sin preocuparse de lo que vendrá sino de donde estamos y en que dirección nos movemos.

Brújulo

A lomos de mi bicicleta fui esta tarde a la Filmoteca de Barcelona. Si soy sincero, es la primera vez que voy pero puedo asegurar que no será la última. Ya hacía tiempo que le tenía ganas y por fin hoy estuve allí.
La Filmoteca de BCN está situada en la Avenida Sarriá 33. Las filmotecas de Cataluña son unos cines impulsados por el departamento de cultura de la Generalitat. Bendito sean los sistemas públicos, donde los comercial y hacer dinero pasa a un segundo plano. Es uno de los pocos sitios donde podemos encontrar cine independiente, ciclos, cine clásico, algún documental, etc. En su mayoría son en versión original subtitulada en español VOSE (aunque también hay VO, VOSA (en anglès) y dobladas). Es de agradecer, porque el doblaje de algunas películas pueden echarla a perder (pasa a menudo con las antiguas). A parte de encontrar cine de calidad, el precio es interesante: 2’7 € normal y 2€ con carnet joven (hay que estar alerta a este tipo de descuentos en los diversos sitios, porque no avisan). Además no hay que creerse que a este sitio acude poca gente o gente mayor. Todo lo contrario, es un público joven y hoy domingo la sala estaba llena. Creo que es un buen sitio para encontrar gente con intereses parecidos (siempre que no nos sentemos entre parejas, jeje). La programación la podéis encontrar en la página de la Filmoteca: http://cultura.gencat.es/filmo/
Bueno, yo hoy fui a ver Melinda y Melinda, de Woody Allen. (2004). Una película divertidísima que parte de las dos maneras que se puede ver la vida: la cómica y la trágica. Nos cuenta la película una misma historia desde un punto de vista positivo y otro negativo, con las consecuencias intrínsecas. Tenemos la Melinda que ve el vaso medio lleno y otra que ve el vació medio vació. Es interesante la moraleja… La recomiendo como otras tantas grandes obras del gran Woody.

Brújulo

Barcelona es pleno bullicio y es imposible aburrirse en esta ciudad. Con la “guía Butxaca”, una bici y un poquito de suerte la diversión está asegurada. Ayer mismo, a las siete y media de la tarde hubo un recital lírico del conservatorio del Liceu en la Sala Caja Madrid, en plza. Cataluña. Por 2 euros pude sentir como la nota más aguda de una soprano recorría mi alma entera. Un concierto que duró una hora y que me dejó buen sabor de boca. Aunque me sentía un poco extraño entre tanta gente mayor y yo con mi chaleco reflectante y mi bici plegable bajo el brazo, jeje. Que por cierto, ¡me quedé con la última entrada disponible! (la suerte también es importante…o la previsión)
Después me dirigía hacia la playa, para relajarme y escribirme un poco….Pero ¡¿qué?! Justo cuando pasé por la plaza de la catedral escuché jazz. Inmediatamente me acerqué a ellos y me puse a deleitarme (o dejarme llevar), sentado en mi bicicleta. Era un grupo de jazz bop que no sonaban nada mal. Estaba formado por un chelo, un batería, un saxofón y una guitarra de jazz. Fue estupendo y luego me acerqué a ellos a hacer a algunas preguntas sobre el jazz. No tenía claro que estilo tocaban exactamente y ellos fueron los que me contestaron que hacían jazz bop (estilo que surge después del alegre jazz swing, que rompe las normas de éste) y me comentaron que lo mejor para aprender sobre jazz son unos videos sobre la historia del jazz que circulan (habrá que buscarlos). Me dio curiosidad también hasta que punto el jazz ofrece espontaneidad. Me dijeron que hay una base que está muy trabajada, que se estudian los acordes, escalas…Y mientras mejor se domine, más se puede improvisar para no desentonar (libertad total, me decían). Su último consejo fue “¡disfruta del jazz!”.
Justo después, cuando volvía a dirigirme a la playa me encontré una banda vasca de música. Serían unos vente o treinta y habían instrumentos de todo tipo. Trombón, trompeta, bombos, tambores, saxos, platos…La música que tocaban era muy alegre y hacía bailar a todo el mundo. ¡Era imposible dejar de mover los pies! Fue divertido y cuando terminaron me acerqué a ellos (nunca hay que parar de conocer…). Empecé preguntándoles que música hacían exactamente. Me dijeron que no eran una banda, sino un tipo de agrupaciones de abundan en el país vasco que se dedican a hacer este tipo música alegre, para divertirse (no recuerdo el nombre que me dijeron). Hace algún tiempo vi una película de mineros ingleses que formaban una banda (que se quedaron en paro y lo único que les quedó fue ésta) y me recordó mucho a ellos. Me contestaron que lo suyo era otra filosofía, que ellos no hacían lucro sino que se lo gastaban todo en instrumentos (no se tampoco como funciona en el reino unido…). Finalmente me animaron a que les hiciese una visita a Bilbao, que del 20 al 28 de Agosto allí son fiestas. Pura juerga y muchas bandas como ellos…”Agur” y me despedí.
Era demasiado tarde para ir a la playa, así que me fui para casa. Pero cuando pasé por Plaza España estaban las fuentes de Montjuic con música (es difícil que se coincida, si no se sabe el horario) y me quedé, claro. Después de maravillarme de la coordinación de los saltos, con la música y los colores, y tras mojarme un poco, me fui finalmente a casa, algo agotada y ¡monté este blog!

Brújulo

Bueno, supongo que es necesario este artículo. ¿Quién es este chico que acaba de comenzar un blog y hace tantas locuras?

Mi nombre es Sergio y nací en 1987 (¿qué básico, no? Como si toda nuestra persona fuese un nombre y un año, tengo 17 ahora…). Vivo en Hospitalet, aunque no es una ciudad que me guste mucho (más bien nada). Siempre he sido una persona con gustos “algo diferentes”. No me gustan las discotecas, ni “salir de marcha” (en el sentido que la mayor parte de la gente lo entiende). Sino que yo prefiero cosas más sencillas, más naturales, más bellas. Soy un amante de la comprensión, de comprender las cosas que me rodean y eso me produce una irreprimible curiosidad ante todo y un gran placer al ir entreviendo los mecanismos ocultos. Adoro la naturaleza (por eso no me gusta esta ciudad), ya que considero que es nuestra madre verdadera. Soy algo panteísta, de ahí mi respeto al medio ambiente y a los demás (en la medida que me sea posible, no soy un extremista). Soy también bastante juguetón y bromista. A veces pongo demasiada pasión a las cosas, lo que me hace tener algunos disgustos de vez en cuando. Mi máxima meta en esta vida es vivir siempre feliz, siempre con el placer de vivir (aunque esto es difícil, la vida es algo así como una tragicomedia), de acuerdo conmigo mismo, porque no existen motivos de preocupación. Lo lógico es que no existiésemos (aun no comprendo, ni comprenderé quizás, como la vida surge de átomos inhertes) y en cambio estamos aquí, en un mundo de belleza y orden (aunque tiende al caos), eso es maravilloso.
Mi vida ha tenido 3 etapas claves hasta este momento. La primera va desde mi nacimiento hasta hace algunos años (tres, más o menos). Hasta ese momento era un chico como cualquier otro. Gustos parecidos al del resto de los niños y sin salirme del rebaño, como la sociedad manda. Nada interesante, jeje. Pero yo no siempre he estado a gusto en el molde. Fue entonces (hace 3 años) cuando comencé a salirme de él, algo inseguro. Quería en ese momento comprender el sentido de la vida y de mi existencia. Casualmente, por ese entonces conocí a una persona que tenía estas mismas inquietudes. Fue entonces, cuando la conocí, cuando comenzó la segunda etapa. Fue cuando ya empecé a salirme del rebaño. Cuando quería comenzar a aprender, cuando ya no me llenaba las simples preguntas cotidianas y cuando empecé a maravillarme de lo que me rodeaba. Reconozco que entonces mi carácter fue haciéndose extraño para los demás y mi vida era más bien solitaria (y no gustándome esa situación). Yo estaba totalmente desorientado. Llegaba a pensamientos sin sentido y me encontraba solo en un desierto. Si no fuese por esa persona, hubiese abandonado rápidamente. El hecho de encontrar una palabra de comprensión externa me ayudó mucho. Durante esta etapa fui encontrándome a mi mismo. Me fui acercando con éxito, las menos, y fracasando, bastante más. Había un abanico de posibilidades muy amplio ante mí y el error era lo más probable. Pero el error me ayudaba a ir descartando… Poco a poco la relación con la persona que fue mi pilar fundamental fue desapareciendo (culpa mía, gran gran error). Esa persona dejó de ir existiendo como yo la conocí a medida que perdíamos contacto…Lo que caracterizaba a esta etapa era el hecho de querer encontrarme a mí mismo, más que ser tal como yo era (de ahí comportamientos extraños y la desorientación que vivía). Otro punto clave es que no soportaba la soledad en que me movía.
Y entonces da un vuelco mi vida. Me compré mi bici plegable hará algo menos de un año. La bici plegable fue mucho más de lo que pueda parecer. Cuando antes deseaba ir a algún sitio (a la playa, por ejemplo) debía hacerlo andando o utilizando los transportes públicos (Metro principalmente), me veía muy limitado. De hecho, nunca llegué a la playa por mi propia cuenta. Pasear significaba ir siempre a los mismos sitios, porque andando es difícil descubrir nada (está todo muy lejos y perderse es un riesgo). Con la bici cambió todo. Barcelona dejó de estar a 45 minutos para pasar a estar a 15. Y no solo el hecho de llegar, sino de moverme por ella. Ya no había límites, ahora era totalmente libre. Fue en ese momento cuando disfruté de la soledad, de mi independencia total. Ahora me podía mover por cualquier sitio, sin miedos. Los primeros paseos fueron, claro, a la playa (un viejo objetivo que ahora conseguía con facilidad, casi a diario). Poco a poco me sentía más seguro de mi mismo y empecé a ir a espectáculos, museos, exposiciones…Antes me preocupaba lo que pensase la gente al ver un chico solo. Después dejó de importarme totalmente, te das cuenta que hay más gente como tú. Comencé a investigar y descubrí agendas, guías, sitios…Un montón de lugares a donde ir y divertirse uno solo. Fue entonces, cuando reconocí realmente en que situación estaba y la acepté, cuando me abrí al mundo. Antes me resultaba imposible, pero ahora era capaz de hablar con cualquier desconocido. La regla era básica: “nadie lo va hacer por mí”. Me convertí en una persona autosuficiente, a nivel de pensamiento (quiero decir que no necesitaba apoyos morales) y a nivel material. Creía en mi mismo y deseaba hacerlo todo por mis propios medios. Me quería mucho, mucho más a mi mismo y, en consecuencia, amaba con mayor facilidad a los demás (y a todo lo demás). Esta es la etapa que no solo deseo ser yo mismo, sino que creo que me estoy acercando realmente a mi forma de ser, a conocerme. La peor parte de esto es que aquella persona que me ayudó en mi segunda ha desparecido prácticamente, me di cuenta cuando nos conocimos físicamente (hace muy poco, por cierto). Era una persona simpática, divertida y aun conservaba algunos rasgos de quien fue, pero no era la misma (cosa que me duele, aunque todo el mundo debe ser como desee, si se siente a gusto). Pero bueno, siempre le tendré que agradecer que, quizás, si no fuese por ella nunca habría seguido este camino y aun continuaría en mi primera etapa. Este es más o menos el lugar en el que me encuentro, cosa que me siento orgulloso. Quizás pueda ir a mejor, no lo dudo, pero nunca dejaré de caminar, aunque me continúe equivocando, en un viaje sin fin a la realidad de mi propia alma.

Brújulo